Hoy celebramos una de las fuerzas más poderosas y universales: el amor.
Un sentimiento que ha atravesado la historia, desde las tragedias intensas y eternas de Shakespeare, hasta las novelas románticas modernas que nos hacen suspirar, emocionarnos y soñar con cada página.
Confieso que para mí, escribir relatos de romance es un viaje lleno de descubrimientos. En cada historia, el amor se presenta de maneras distintas: apasionado, complejo, inesperado, incluso doloroso, pero siempre transformador. Escribir sobre él es una aventura sin final, porque cada palabra, cada mirada y cada gesto pueden encender una chispa que nos recuerda que el amor es lo que da sentido a todo.
Como dijo Shakespeare: “El amor no mira con los ojos, sino con el alma”. 💕
Y quizá ahí está la magia: en encontrar en lo invisible lo que realmente nos mueve.
Este San Valentín no es solo una ocasión para celebrar en pareja, sino también una invitación a seguir escribiendo, leyendo y viviendo historias de amor con la sinceridad, la valentía y la pasión que este sentimiento exige.
Que nunca falten libros que nos hagan latir más rápido, ni momentos que nos inspiren a escribir nuestras propias páginas.